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Foto del escritorzabraxxas

La suciedad como dolor

Actualizado: 6 ago 2020

Hace algún tiempo escuché a alguien jurar que los Mexicas festejaban cuando alguien moría, que hacían grandes fiestas coloridas donde todos reían para despedir al muerto. Afirmaba que eso era de hecho el nacimiento del día de muertos, por que ya saben, el día de muertos es una fiesta. Eso me dejó pensando cuan errada puede ser la percepción de nuestros pueblos originarios y algunas de sus costumbres o mejor dicho cuanto podemos desconocer de nuestras raíces. Por ahora hablaremos levemente de uno de los rituales más fascinantes en torno a la muerte:

La limpieza del dolor fúnebre. Quizás desde muy pequeños una de las nociones que aprendemos de nuestros antepasados es cuan limpios eran, como solían bañarse más de una vez al día y parte del choque cultural con los españoles fue la falta de aseo en ellos. Bien la limpieza para las naciones originarias tenía un valor más allá del social e higiénico, estaba relacionada con el espíritu. Así pues el dolor de la muerte era ligado a la suciedad, después de todo la muerte, (la putrefacción) toma las cosas y las reclama para sí misma y en el proceso las vuelve extrañas: extraños colores, extraños olores, las texturas cambian se vuelven pálidas, desteñidas, olorosas , al final podemos concluir que la muerte es sucia, y por ende algo que necesita ser "lavado" (purificado).

Aquellos que se encargaban de la suciedad en la muerte.

Para esa tarea nos encontramos que existían personas dedicadas a a lavar la putrefacción que se apoderaba de quienes perdían un ser querido, quienes permitían que esa suciedad lo tomara a uno por completo.


*... "empezaban a cantar cantares de luto y de la suciedad que el luto y lágrimas traen consigo y traían los cantores vestidos unas mantas muy sucias y manchadas y unas cintas de cuero atadas a las cabezas muy llenas de mugre". Las cantantes que ya portaban la suciedad de la muerte, pasaban esa condición a los dolientes quienes a partir de ese momento y por ochenta días dejarían de lavarse por completo, dejando crecer su cabello y siendo cubiertas por la suciedad misma del dolor. *... "y desde aquel día se ponían de luto y no habían de lavarse las vestiduras, ni la cara, ni la cabeza, hasta pasados ochenta días. Las cuales estaban en aquel luto y lágrimas y tristeza, y era tanta la suciedad que tenían y se les pegaba en las mejillas que, al cabo de ochenta días, enviaban los viejos a sus ministros diputados para aquel oficio, que fuesen a casa de aquellas viudas a traer las lágrimas y tristeza al templo". Es así que los dolientes dejaban crecer la suciedad sobre si mismos, hasta que les cubriese por completo, y por ese tiempo dejaban correr libremente las lagrimas que se encostran sobre el rostro, hasta que pasado el tiempo designado, se acercaba un sacerdote y cuidadosamente removía parte de la mugre lacrimal envolviéndola en en papel y le arrojaba al fuego yahualiuhcan, donde por fin encontraba su fin y era reabsorbida, provocando la liberación del dolor que aprisionaba a los dolientes quienes tras este ultimo paso tenían la capacidad de volver a limpiar su cuerpo, libres por fin de la tristeza y la suciedad que lo envolvía.

*... "Y enviábanlas a sus casas alegres y consoladas las cuales como si no hubiera pasado nada por ellas, así creían ir libres de todo llanto y tristeza".


* DURÁN, Diego, Historía de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme

ESCATOLOGÍA Y MUERTE EN EL MUNDO NÁHUATL PRECOLOMBINO PATRICK JOHANSSON K.



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